Partido de armas, cuyas granadas eran recibidas por los arqueros, balas que tomaban forma de balón para poder penetrar en una portera rival. La causa de esta guerra, obtener tres puntos y clasificar para estar entre los siete del clausura. Batalla en la cual los adversarios más notorios fueron los espectadores. Un abarrotado escenario, quienes con furor coreaban a gritos interminables los cantos que caracterizan al comando sur. Caracterizados también por la sorpresa que pueden dar sus jugadores, los cuales abrieron el marcador con un buen gol de Carlos Fernández quien utilizó su táctica para mandar al fondo de la portería y poner adelante a su equipo. José Gálvez mando toda su artillería para poder ganar, esa guerra tan disputada, tratando, incansablemente, de malograrle el festival a Alianza. Poco pudo hacer, el anhelo de salir victorioso, se lo arrebato Aguirre, con un pase de profundidad y un tiro certero ayudó a poner el marcador dos a cero. Llegaría el último ataque del Gálvez, quemando su último cartucho, casi al último minuto, se produjo el último gol del partido. Claudio Velásquez fue el encargado de dicho ataque con un tiro esplendido que LIbman no pudo atrapar- gol de Gálvez- Alianza salió airoso, pero podría ser el último partido ganado, ya que se avecina unos encuentros muy difíciles.
Se espera la recuperación del plantel, porque como dice el viejo refrán, “te salvaste de la batalla, pero no de la baja”
